Diarrea: Cómo cuidar a su bebé después de haber estado en el hospital
(Diarrhea: How to Care for Your Infant After Being in the Hospital)
La diarrea es excremento acuoso o muy frecuente. Los bebés que tienen diarrea pierden gran cantidad de líquido del organismo a través del excremento. Cuando pierden demasiado líquido, los bebés pueden deshidratarse, lo cual significa que no tienen suficiente agua en su organismo.
Mientras su bebé estuvo en el hospital, el equipo de atención médica le dio líquidos de rehidratación por vía intravenosa. Es posible que hayan hecho algunas pruebas, como un cultivo de excremento o análisis de sangre. Ahora, su bebé puede ser atendido en su casa. Tal vez la diarrea tarde un poco más de tiempo en mejorar. Ayude a su bebé a mantenerse hidratado hasta que la diarrea desaparezca.


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Asegúrese de que su bebé beba abundante líquido. Ofrézcale más leche materna o fórmula de lo habitual.
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Si el profesional del cuidado de la salud le recomendó otras bebidas, la mejor opción es una solución de rehidratación oral. Esta solución tiene la cantidad adecuada de agua, azúcar y sales para bebés y niños. Algunas marcas comerciales son Pedialyte® y Enfalyte®. Además, muchas tiendas tienen marcas propias. Puede comprarlas sin receta en farmacias o supermercados:
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Si su bebé es menor de 6 meses, use una solución de rehidratación oral sin sabor.
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Los bebés mayores de 6 meses tal vez prefieran una solución saborizada.
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No le dé agua corriente. No tiene los nutrientes necesarios para su bebé.
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No le dé jugos, refrescos ni bebidas deportivas, porque tienen demasiada azúcar para los bebés y pueden empeorar la diarrea.
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Nunca le dé medicamentos para tratar la diarrea. Estos pueden provocar problemas para dormir, dolor de estómago u otros problemas en los bebés.
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Solo cambie la dieta de su bebé si el profesional del cuidado de la salud se lo indica. Es posible que le pida que pruebe otra fórmula o, si está amamantando a su bebé, que cambie su dieta. De lo contrario, si su bebé tiene apetito, puede alimentarlo como lo hace habitualmente.

Su bebé:
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tiene diarrea que empeora
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tiene fiebre
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vomita más que una o dos veces
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tiene sangre o mucosidad en el excremento, o excrementos negros similares al alquitrán

Su bebé:
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no puede beber líquidos
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parece tener dolor abdominal intenso
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parece estar deshidratado; los síntomas de deshidratación incluyen tener la boca seca, llorar con pocas lágrimas o sin lágrimas, pasar más de 4 a 6 horas sin que el pañal se humedezca, tener los ojos hundidos o la fontanela hundida, bajo nivel de atención, respiración acelerada o mucha somnolencia.

¿Cuáles son las causas de la diarrea? La mayoría de los casos de diarrea se deben a infecciones en los intestinos. Los gérmenes capaces de provocar una infección incluyen los siguientes:
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virus (la gastroenteritis viral es la causa más común de diarrea en los niños)
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bacterias (con frecuencia, las bacterias son la causa de las intoxicaciones por alimentos)
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parásitos
A veces, la diarrea puede no estar relacionada con gérmenes. Esto ocurre en niños que comen o beben demasiada azúcar (como jugos) o que tienen intolerancias o alergias alimentarias. También puede aparecer como un efecto secundario de algunos medicamentos.
¿Cómo podemos prevenir el contagio de los gérmenes que causan la diarrea? Recuérdeles a todos los integrantes de su familia que se laven bien las manos con frecuencia. Deben lavárselas durante al menos 20 segundos con agua y jabón. Esto es de especial importancia después de usar el baño o cambiar un pañal y antes de preparar alimentos o de comer.
Otras formas de prevenir el contagio de gérmenes:
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No lleve a su bebé a la guardería hasta que haya estado sin diarrea durante 24 horas. Su bebé no debe estar en piscinas hasta 1 semana después de dejar de tener diarrea.
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Limpie regularmente los objetos y las superficies, especialmente los pomos de las puertas y otros elementos que se tocan con mucha frecuencia.
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Lave bien las frutas y verduras antes de comerlas.
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Limpie las encimeras de la cocina y los utensilios de cocina después de que hayan estado en contacto con carne cruda.
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Refrigere las carnes y los pescados en cuanto los traiga a su hogar y cocínelos bien. Refrigere las sobras en cuanto sea posible después de cocinarlas.
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Evite tomar agua de arroyos, vertientes o lagos.